lunes, 27 de agosto de 2012

María mírame


María mírame

María mírame, eres causa de mi alegría
hoy a tu cuidado felices son mis días
caminé entre sombras y tu fuiste mi guía
madre mía junto a Jesús son mi companía

María mírame, eres la reina de los cielos
colmas de esperanza todos mis anhelos
llenas de bellos colores en mi acuarelo
para pintar tu imagen radiante en el cielo

María mírame, dame certeza, paz y ternura
al elevarte una plegaria me siento en la altura
esa altura tan pero tan lejos de la amargura
y tan cenca de tu luz la de una vida pura

María mírame, que mi ser se funda en Cristo
en el ayer por mis retinas todo lo he visto
pues por tu amor es que hablo e insisto
que todos los jóvenes aceptemos a Cristo

Joaquín Valerio

Santa María Virgen, Reina


22 de agosto
Santa María Virgen, Reina

Reina de todo lo creado.
Celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.
Quiere la Iglesia que oigamos la voz de María pregonando agradecida a Dios los singulares privilegios de que la colmó. El Evangelio anuncia el Reino de Cristo, de donde fluye también el reinado universal de María.

Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos. La piedad del medieval fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios. Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Hijo, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Recemos un Salve en honor a la Virgen

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Tí llamamos los desterrados hijos de Eva; a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro múestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesuscristo. Amén.

17 de agosto

PROGRAMA DEL 20 de agosto


Homenaje a San Martín

En un día tan especial como este, homenajeamos mucho más que a un militar, a un Libertador o a un estratega, fundamentalmente homenajeamos a un hombre, a un ser humano, que tenía sus virtudes y defectos, que tenía una familia a la cual amaba, y que tomó la decisión de entregar todo lo que tenía para pelear por la libertad de la Patria, y fue un ser humano comprometido con ella, comprometido con sus hermanos, con sus hombres, sus milicianos, sus granaderos, que pelearon junto a él"
El dinero y el poder, sumados al placer son el corazón del hombre, los que compiten con Dios. El ser humano corre el constante riesgo de divinizarlos. Esto no es algo ajeno a la vida del cuartel. Y precisamente lo que permitió a nuestros héroes dejarnos la imagen de hombres ejemplares, es que supieron dar a Dios el lugar que le corresponde.
San Martín con la salud de un agonizante ¿hubiera cruzado los Andes por dinero o solamente por la gloria o el poder? ¿hubiera  sido capaz de las renuncias que nos admiran solo para que lo recuerden en la historia? ¿Y se lo aclama como prócer? En verdad, no valía la pena.
Mucho tuvo que sufrir San Martín como ser humano para imponer sus ideas de libertad. Ese San Martín de todos los días, es el que fundamentalmente brindamos homenaje. El otro San Martín, el estratega, el gran militar, el que cruzó la cordillera de los Andes, el que triunfó en San Lorenzo, Chacabuco y Maipú, el que liberó Argentina, Chile, Perú, el del Renunciamiento de Guayaquil, es sobradamente conocido por todos.
En la medida que sabemos referir a Dios nuestros proyectos, nuestros dolores, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestras alegrías, las exigencias y satisfacciones de nuestro servicio, adquieren sentido, permiten realizar nuestra vocación de imagen de Dios que es amor, nuestra vocación de hijos de Dios llamados a la vida plena, a la vida eterna, donde gozaremos de El sin sobras ni fin.
Que Jesucristo nuestro Señor y Maestro, nos ayude a entender y llevar a la práctica sus lecciones.
Que su Madre María, nos acompañe y guíe en la vida de peregrinos que marchan hacia la patria definitiva.

jueves, 9 de agosto de 2012


N.S. JESUCRISTO, EN SU TRANSFIGURACIÓN  


Hoy, 06 de Agosto, la Iglesia celebra la fiesta de la TRANSFIGURACION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, que tuvo lugar hacia el año 29, poco antes de su pasión, en el segundo año de su vida pública, en el Monte Tabor en Galilea. El Papa Calixto III la declaró fiesta universal para toda la Iglesia, en agradecimiento de la victoria de los cristianos contra los turcos en el año 1456 en Belgrado, cuya noticia llegara a Roma el 6 de agosto de dicho año. Después se celebró también en los ritos Siríaco, Bizantino y Copto.



¿Como fue la transfiguración del Señor? 

Todo empezó una tarde cuando Jesús invitó a sus discípulos más íntimos, Pedro, Santiago y Juan, a subir junto con Él a un alto monte, que la tradición ha asignado como el monte Tabor. Este era un lugar frecuentado por personas y grupos que se retiraban en busca de tranquilidad para hacer oración y meditación. Jesús necesita afirmarse y afirmar su identidad de Hijo de Dios, sobre todo ante los más íntimos. Llegados al lugar, los discípulos cansados se adormilaron un poco. Pero al desperezarse, Oh sorpresa! sus ojos vieron un espectáculo jamás visto: con un vestido resplandeciente más blanco que la nieve, Jesús aparecía junto con Moisés, el liberador del pueblo escogido, y Elías, profeta del antiguo testamento, también con vestidos resplandecientes. Los apóstoles ven a Cristo glorioso como nunca le habían visto. Un gozo inexplicable, como un reflejo de Jesús les invade. Pedro, con más susto que otra cosa, logró exclamar:"Qué bien se está aquí", hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elias", como intentando detener el tiempo en situación tan feliz. Sorprende el tema de la conversación: la muerte de Jesús en Jerusalén. atónitos continuaron contemplando la insólita visión, cuando escucharon resonar la voz del Padre "Este es mi Hijo el predilecto, escuchadle". Era la misma voz que se oyera en el Jordán. Al oírla los discípulos cayeron sobre su rostro presos de un gran temor. Pero Jesús se acercó a ellos y tocándoles, les dijo: "Levántense, no tengan miedo". Y cuando se levantaron no vieron a nadie, sino solo a Jesús en su apariencia cotidiana. Había pasado la transfiguración. Breve, como todo lo dichoso. En silencio sin saber que hablar ni comentar, empezaron a descender. Pero, quedaban muchas interrogaciones: ¿Porque quiso manifestarse así? ¿Porque solo a los tres? Y el Señor lo explicará más adelante: el Mesías ha de padecer mucho y ser despreciado, pero vencerá, incluso la muerte.

San Cayetano


SAN CAYETANO



San Cayetano nació en Vicenza (Venecia) en el año 1480 en el seno de una familia noble, su padre era el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto, su padre fallece cuando sus hijos eran pequeños.
Estudió Teología y Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Padua en 1504 y en 1506 se trasladó a Roma para realizar estudios sacerdotales, siendo nombrado secretario privado del Papa Julio II, quien muere en 1513 lo que decide a Cayetano abandonar el cargo y estudiar durante 3 años para ser sacerdote.
Funda en Roma una asociación de clérigos denominada Cofradía del Amor Divino y posteriormente regresa a Vicenza donde ingresa al oratorio de San Jerónimo para trabajar con las personas menos favorecidas, como los pobres y enfermos incurables del hospital. Lo mismo realizó en Venecia a la que se traslada en 1520, donde debido a que era un hombre de fortuna la cual compartía con los pobres, fue considerado fundador del hospital.
Debido al momento histórico que el pueblo cristiano estaba atravesando, como eran la corrupción en el seno de la Iglesia y la posterior aparición del protestantismo y la Reforma, Cayetano se dirige a Roma junto con el Obispo de Teato, Giampietro Caraffa, Bonifacio Colli y Pablo Consiglieri, con quienes funda una orden de clérigos regulares llamada la "Ordo Regularium Theatinorum" o Congregación de los Teatinos (el nombre de padres teatinos que se da a los miembros de esa congregación , viene de Chieti, la teate Marrucinorum de los latinos, uno de los episcopados de Giampietro Caraffa), que tenía como finalidad principal la renovación del clero, la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos, siendo aprobada la creación de la orden por Clemente VII.
Luego de mucho esfuerzo y trabajo, Cayetano cae enfermo en el verano de 1547. Los médicos le aconsejan poner un colchón sobre su cama de tablas, el respondió: "Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues, morir también sobre un madero".

Murió en Nápoles a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547.

Fue canonizado en 1671 después que la comisión encargada terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros.