domingo, 27 de enero de 2013

Santo del Mes


EL SANTO DEL MES

25 de enero
La conversión del apóstol san Pablo

Pablo lo sufrió todo por amor a Cristo



Qué es el hombre, cuán grande su nobleza y cuánta su capacidad de virtud lo podemos encontrar sobre todo en la persona de Pablo. Cada día se levantaba con una mayor elevación y fervor de espíritu y, frente a los peligros que lo acechaban, era cada vez mayor su empuje, como lo atestiguan sus propias palabras -Olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante. Al presentir la inminencia de su muerte, invitaba a los demás a compartir su gozo, diciendo -Esten alegres y unidos a mi alegría. Al pensar en sus peligros y apremios, se alegra también  dice, escribiendo a los corintios -Vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos y de las persecuciones. Incluso llama a estas cosas armas de justicia, significando con ello que le sirven de gran provecho.

Y así, en medio de las asechanzas de sus enemigos, habla en tono triunfal de las victorias alcanzadas sobre los ataques de sus perseguidores y, habiendo sufrido en todas partes azotes, injurias y maldiciones, como quien vuelve victorioso de la batalla, colmado de trofeos, da gracias a Dios, diciendo -Doy gracias a Dios, que siempre nos asocia a la victoria de Cristo. Por esto mismo, lo único que deseaba era agradar siempre a Dios.

Y, lo que era para él lo más importante de todo, gozaba del amor de Cristo; con esto se consideraba el más dichoso de todos, sin esto le era indiferente asociarse a los poderosos y a los príncipes; prefería ser, con este amor, el último de todos, incluso del número de los condenados, que formar parte, sin él, de los más encumbrados y honorables.

Fuente: De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo

Prof Beatriz Valerio

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